viernes, 12 de febrero de 2016

Mi trabajo de fin de grado o la razón de mi ausencia prolongada

Estos últimos días he estado solo con mi trabajo de fin de grado (no estoy segura de sí existe en Hispanoamérica), y para los que no sepáis lo que es, suele ser sobre el análisis e investigación que se lleva a cabo el último año de la carrera universitaria, a partir de un tema relacionado con lo que hayas estudiado. 
El mío es sobre la traducción, doblaje y subtitulación de mi película favorita. ¡Una película! ¡Y tu película favorita! Pensaréis. ¡Eso debe ser divertido y mucho más sencillo que cualquier otro tipo de trabajo!

Y en cierto modo lo es, pero eso no quita el factor de que me vea obligada a ver ciertos fragmentos una y otra vez, que tenga que buscar apuntes, libros de lingüistas y, que en ocasiones, pocas, menos mal, empiece a detestar esa gran película. 

Esta entrada, en efecto, es para hablaros del gran contraste que existe en el doblaje y subtitulación de esta película en particular. Ambas son perfectas a su manera, todo hay que decirlo. Mientras que la subtitulación es completamente fiel al inglés, dentro de lo correcto y sin hacer calcos, el doblaje hace cambios que pueden ser innecesarios pero que me siento incapaz de decir que sean erróneos. No, simplemente facilitan que ciertas situaciones sean comprensibles al hacer que el espectador sea partícipe de la situación y que la película sea absolutamente hilarante. 

A veces creo que ser lingüista te convierte en un obseso de la corrección del lenguaje; pues estoy francamente orgullosa de trabajos tan buenos como esos. 


Un saludo. 

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